Gobierno abierto: acercando la ciudadanía al Estado

Por Pamela Leiva Jacquelín

María Sol Tischik, es licienciada en Ciencia Política, presidenta de la Fundación Sociedades Digitales y Coordinadora del Área de Gobierno Abierto de la Escuela Nacional de Gobierno, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Para ella, “es importante diferenciar el gobierno electrónico, que es un concepto conocido, popular y muy trabajado, que hace referencia a la digitalización de los procesos burocráticos; del gobierno abierto, que representa mucho más que eso. “El Gobierno abierto hace foco en la relación entre ciudadanos y gobiernos, es decir, cómo se utilizan las nuevas tecnologías para hacer esa relación mucho más cercana, logrando que gobiernos y ciudadanos dialoguen y que la ciudadanía participe activamente de la creación de políticas públicas. De eso se trata: de cómo utilizamos esta nueva era digital en función de fortalecer la democracia”. Y añade que en nuestro país, el estallido de estas nuevas tecnologías irrumpió, en término de campañas electorales, en 2009: “los políticos sabían que allí empezaba a estar la gente y se dieron cuenta que tenían que estar”. Para Tischik estas nuevas tecnologías son nuevos canales de diálogo, que permiten una lógica bidireccional y grandes avances de la ciudadanía en el campo de la democracia participativa.

“Creo que los políticos tienen miedo a trasparentar la gestión y a que se les pase factura”, analiza. Según ella, aunque la mayor parte de los políticos no vienen de una era digital, entendieron perfectamente de qué se trata y hacen un muy buen uso de las redes. “Esto está inmerso en la lógica innata del político: tiene miedo en las redes y tiene miedo por fuera de la virtualidad, en la vida real”, cierra. Con respecto a cómo medir la eficacia de estos medios en términos de influencia política, Tischik explica: “Internet tiene una lógica de viralización íncreíble, donde todo circula con mucha rapidez, el uso de una nueva herramienta es difícil de controlar y no se sabe adónde acabara el proceso”. Lo virtual viene a transparentar la gestión y el espacio de militancia : “todo queda plasmado, no hay vuelta atrás” concluye.